El presente libro resulta de procesos de investigación trazados de modo colectivo, en torno de dos ejes de trabajo simultáneos y entrelazados. El primero se encuentra destinado a desandar una grilla analítica en el campo de la filosofía contemporánea –específicamente en la articulación entre ética, estética y política– con el afán de inscribir nuestro quehacer en los lindes de una ontología histórica del presente. Para ello, retomaremos los nodos conceptuales con los que veníamos trabajando (Proyecto N°2567 del CIUNSa), a saber: procesos de resistencia, formas de autogobierno y lógicas de diferenciación, tomando esta vez a América Latina como locus de enunciación y práctica. Apostando a una analítica genealógicamente respecto de cómo se problematizaron y reformularon, con instancias de distanciamiento y apropiación, los nodos conceptuales mencionados (de corte predominantemente foucaultiano y deleuzeano), en y desde América Latina. El segundo eje, en estrecha relación y acorde a las trayectorias de las personas que escriben, busca establecer un espacio de problematización colectiva sobre las prácticas investigativas y territoriales desarrolladas en torno a experiencias heterogéneas de lucha, resistencia, diferenciación y autogobierno, en Salta. En dicho marco apostamos, por un lado, al trazo de mapeos heterogéneos comprendidos como líneas de contacto, fuga y en permanente transformación, cuya materialidad cobra formas dispares en colectivos situados, en y desde Salta, en el devenir de prácticas de resistencia, gobierno y autogobierno (Gil; De La Cruz; Scigalszky). Mientras que, en simultaneo, tejemos tramas de reflexiones y experiencias en y desde América Latina, en una apuesta fronteriza por el ejercicio de la crítica y las formas diversas, que cobran las prácticas de libertad (Paulizzi, Peralta; Vega; Maidana). Pues, en la triple relación política, ética y estética suponemos que la política remite a defender, reafirmar y reinventar el ámbito donde el individuo ejerce transformaciones sobre sí mismo y sobre el universo relacional, lo cual presenta una “ética del cuidado de la libertad” (Foucault, 1987). En tanto, el individuo habita una situación estratégica en la que las relaciones de poder y la rebeldía de la libertad no pueden separarse (Foucault, 2001), lo cual permite pensar el ejercicio necesario de la lucha y la desindividuación como acto político. En este juego, entonces, las prácticas de resistencia, en tanto ejercicio ético y estético de dar formas a la libertad y bajo su efecto obligan a cambiar a las relaciones de poder. En tal sentido, las experiencias, líneas analíticas y problematizaciones propuestas en el presente trabajo resultan un modo de poner en juego una politicidad, que radica en políticas experimentales vinculadas con la creación de formas de vida.